Recorrido por la rambla de Puça y el Barranco del Fuerte, donde se puede disfrutar del discurrir del agua por la misma y en el que destacan las caídas de agua en el Salt del Molino de la Reja.
Comenzamos
por una senda que a pocos metros, cruza el riachuelo que corre por la
rambla.
Pasamos
por debajo de la canal y continuamos por la derecha en paralelo al
riachuelo que volvemos a cruzar enseguida.
Al
cruzar el riachuelo encontramos una bifurcación en la que seguimos
por la derecha.
Desde
aquí iremos caminando casi en paralelo a la carretera que se dirige
a la Almadrava.
En
el punto que se muestra a continuación, volvemos a cruzar el
riachuelo y nos adentramos en una camino.
Desde
aquí hacia adelante, iremos cruzando en varias ocasiones el
riachuelo. La rambla nos acompañará unas veces por la derecha y
otras por la izquierda.
La ruta a su paso por la Calera |
En
el punto que muestra la siguiente fotografía, una vez que rebasamos
la Calera, dejamos el camino y nos introducimos a la derecha por una
senda.
Esta
senda desemboca al badén de la carretera que proviene de la que
accede a Catí y Rabosa y se dirige a las casas de campo.
Rebasamos
el badén y continuamos recto ya en la zona del barranco del Fuerte.
La
senda se ensancha y se convierte en un camino. Al principio de este
unos escalones ubicados en el lado izquierdo nos conducen al chorro
de la cueva de la mina.
Chorro de la Mina de Agua del Barranco del Fuerte |
Tras
visitar el chorro, regresamos al camino y continuamos recto por él.
Nos acompañan marcas de sendero de pequeño recorrido.
Siguiendo
el camino cruzaremos dos pasarelas de madera sobre la rambla y
llegaremos a unas escalinatas que pasan sobre el Molino de la
Pólvora.
Rebasamos
el Molino de la Pólvora y a la bajada, nos adentramos en una senda a
la izquierda que nos conduce a la caída de agua del Salt del Molino
de la Reja.
Tras
la visita a el salto de agua, regresamos sobre nuestros pasos hacia
el molino de la Pólvora. Volvemos a pasar por encima del molino y, a
media bajada, el vallado de madera tiene una apertura, que permite
acceder a él y visitar las caídas de agua ubicadas junto a él.
Cuando
llegamos a la esquina final del molino, un paso semi escalonado nos
conduce a la senda que accede a los saltos de agua.
Desde
allí, regresamos sobre el recorrido andado hacia el lugar de inicio
y fin de la ruta.