Hemos
dejado el coche en Idella y desde allí nos hemos dirigido al inicio de
la Peña del Sol para iniciar el ascenso a Bateig y llegar hasta el vértice geodésico que marca su cumbre de 602 metros de altura.
Inicio de la ascensión desde la Peña del Sol |
Comenzamos
el ascenso cogiendo el camino de tierra que queda a nuestra izquierda
una vez cruzamos el puente que se dirige a la Peña del Sol y que cruza
por arriba la ronda sur.
Al poco, el camino, que asciende moderadamente, se convierte en senda con algunas variantes, y nos lleva hasta el "Alto de los Suspiros", tal como lo han denominado los componentes de la Peña de Amigos de Bateig, que han hecho de esta montaña un paraje muy singular y que aconsejo que visitéis por lo peculiar del entorno conseguido gracias a este grupo de montañeros que encuentran en el Monte Bateig su lugar de esparcimiento y un hogar que cuidan y miman de este modo tan peculiar.
En el "Alto de los Suspiros" nos espera esta curiosa figura para recibirnos en el collado y darnos la bienvenida a tan singular paraje.
Desde el "Alto de los Suspiros" continuamos dirección a la cumbre por la senda que transcurre por una semi planicie en la que encontramos diversos monolitos, piedras, etc. en las que se pueden leer diversos dichos populares, refranes, etc.
En el cruce denominado "Cruce de los Monolitos", nos dirigimos en subida hacia nuestra izquierda, llegando a otro collado donde un gran monolito de piedras nos da la bienvenida de nuevo.
Al poco, el camino, que asciende moderadamente, se convierte en senda con algunas variantes, y nos lleva hasta el "Alto de los Suspiros", tal como lo han denominado los componentes de la Peña de Amigos de Bateig, que han hecho de esta montaña un paraje muy singular y que aconsejo que visitéis por lo peculiar del entorno conseguido gracias a este grupo de montañeros que encuentran en el Monte Bateig su lugar de esparcimiento y un hogar que cuidan y miman de este modo tan peculiar.
Vistas desde la subida, un poco antes de llegar al collado. |
En el "Alto de los Suspiros" nos espera esta curiosa figura para recibirnos en el collado y darnos la bienvenida a tan singular paraje.
Vistas desde el Alto de los Suspiros |
Desde el "Alto de los Suspiros" continuamos dirección a la cumbre por la senda que transcurre por una semi planicie en la que encontramos diversos monolitos, piedras, etc. en las que se pueden leer diversos dichos populares, refranes, etc.
En el cruce denominado "Cruce de los Monolitos", nos dirigimos en subida hacia nuestra izquierda, llegando a otro collado donde un gran monolito de piedras nos da la bienvenida de nuevo.
Desde este collado podemos apreciar el mar, que hoy está cubierto de otro mar pero de niebla.
Continuamos caminando por este entrañable lugar mientras pasamos por diversos jardines, plazas, etc. de las que sirve como ejemplo la siguiente imagen.
Tras el almuerzo seguimos ruta hacia la cumbre, disfrutando del entorno y admirando el trabajo de la Peña de Amigos de Bateig, que entre otras cosas antes mencionadas, ha ido ubicando diversas zonas para que se pueda almorzar por la zona.
Realizamos una parada en una de esas zonas, donde este grupo tiene ubicado un pequeño rincón en el que hay diversas figuras, una fotografía del grupo y dos placas que homenajean a dos miembros del grupo fallecidos, uno de ellos, compañero mío de trabajo.
Continuamos el recorrido, haciendo una parada en la Tasca El Lelo, para llegar a la cumbre de Bateig desde donde contemplamos el paisaje que nos rodea y podemos divisar toda la extensión de la cantera.
Panorámica de la Sierra del Cid |
Desde la cumbre, iniciamos el regreso hacia el mismo lugar por el que hemos subido pero por otro de los itinerarios. En el descenso, más abajo del "Alto de los Suspiros", cogemos una senda señalizada en una de las piedras con el rótulo parajes del Reventón y la Loma Badá. Esta senda nos baja a la carretera de acceso y salida de Elda, un poco más bajo del antiguo puesto de socorro de Cruz Roja. Desde allí, regresamos a Idella para finalizar el recorrido de hoy.